¡El CAF internacional!

Compartimos el artículo que escribimos para La Comune, el periódico de La Comuna Socialista de Italia sobre la jornada del 3 de junio en Argentina


Argentina: Mujeres unidas en defensa de la vida

Jimena Hache


A un año de la primera e inédita movilización contra los femicidios, la condición de las mujeres en nuestro país no ha mejorado y las estadísticas siguen siendo devastadoras: una mujer es asesinada cada 30 horas. El 3 de junio pasado centenares de miles de personas, en su mayoría mujeres, volvimos a las calles a gritar ¡Basta de violencia contra las mujeres! Reacción renovada y fundamental que expresa una inicial conciencia de que la amenaza a la vida de las mujeres pone en juego la vida toda pero que aun demuestra fragilidades para definir las razones de la violencia y su carácter patriarcal y, en consecuencia, para identificar quiénes y cómo podemos enfrentarla. También porque sucede en el contexto de una fuerte cultura de la delegación que propicia la confianza en el Estado como un posible garante del cuidado de nuestra vida y que se contrapone al valor fundamental que tiene nuestro protagonismo para mejorarla.
En este marco, las compañeras del Círculo de Amigas Feministas participamos de la movilización conformando un sector de sesenta mujeres bajo la consigna “Solidaridad para enfrentar la violencia patriarcal”. Nuestras consignas y nuestras canciones expresaron nuestra solidaridad sin fronteras con las mujeres brasileñas, mexicanas, indias, con las refugiadas y con todas las que luchan contra el monstruo neonazi ISIS en Medio Oriente, nuestras exigencias de justicia por las víctimas de la violencia patriarcal, por dignidad, libertad y respeto para todas; y llamaron la atención de otras mujeres que se fueron sumando a nosotras en la misma marcha. Estamos convencidas de que para defender la vida de las mujeres necesitamos transformarla junto a otras y esto depende en primer lugar de nosotras mismas, de nuestra conciencia, de nuestra unión, de nuestro protagonismo directo sin delegación en las instituciones intrínsecamente patriarcales. 
Tenemos el desafío de sedimentar la emoción y el bien que sentimos al estar unidas y movilizadas ese día en ideas y vivencias más profundas y cotidianas.