“Nuestra libertad no está en venta. La prostitución es violencia”



Las mujeres tenemos una larga historia en levantar la voz ante las violencias a que somos sometidas: la apropiación de nuestra sexualidad, nuestra capacidad reproductiva y nuestro trabajo. En los cuatro ángulos del planeta, las mujeres venimos denunciando los femicidios, los abusos, las desigualdades laborales y la prepotencia de los gobiernos de turno que atentan cotidianamente contra nuestros derechos. Sabemos que, frente a nuestros reclamos, el patriarcado –temeroso de perder sus privilegios– contrataca con más violencia, intentando amedrentar nuestra libertad. En este país muere una mujer por día por violencia machista; los femicidas cuentan con la complicidad del Estado y los medios de comunicación masivos; la prostitución y la trata crecen entre mujeres, niñas/os y travestis; y no se cumplen o faltan las leyes más elementales para proteger nuestra integridad o nuestra libre elección –como la Ley contra la Trata, que no tiene presupuesto para reparar los derechos de las víctimas de trata y explotación sexual, y la Ley por el derecho al Aborto, que sigue paralizada o negada en los pasillos del Congreso–. 

Quienes escribimos esta carta, sabemos que recorremos un camino valioso junto a miles de mujeres y que hoy seguimos siendo protagonistas en la lucha contra la violencia patriarcal. Pero este nuevo 8 de marzo queremos proponernos y proponerte un nuevo desafío, el de enfrentar abiertamente una de las violencias más crueles y diseminadas (también naturalizadas) contra nosotras: la institución de la prostitución. La prostitución no es “el oficio más antiguo del mundo” ni es “necesaria” para que los hombres descarguen sus supuestos impulsos sexuales. Tampoco es un “trabajo” como cualquier otro, como lamentablemente sostienen algunas personas y organizaciones convocantes de la marcha. Estas ideas que todavía impregnan el sentido común popular no hacen más que justificar el pretendido derecho a comprar y vender nuestro cuerpo, nuestra integridad y nuestra sexualidad al mejor postor. Hablamos de un drama humano de enormes proporciones: millones de mujeres, niñas y niños que se ven atrapadas por estas redes de prostitución que involucra también a travestis y trans. La prostitución es violencia y existe porque existe el patriarcado, por la multitudinaria “demanda” masculina –de todas las edades, culturas y clases sociales– que goza de la connivencia y promoción de políticos, jueces, medios masivos de comunicación, policías y de parte de la sociedad. Al mismo tiempo, las mujeres y travestis en situación de prostitución están siempre expuestas a la prepotencia por parte de las fuerzas represivas. Porque todas estamos dentro de este sistema prostituyente, porque sabemos que la prostitución no es sólo un problema de las personas prostituidas sino un problema social y porque abogamos por nuestra libertad de elección en cada ámbito de la vida, queremos enfrentar la cultura de la mercantilización y cosificación de nuestros cuerpos, abriendo un camino de protagonismo directo y solidaridad para seguir enfrentando la violencia machista en todas sus formas y cotidianamente. Un camino de unión para que no nos sintamos solas en ninguna circunstancia de la vida.

Este 8 de marzo, te invitamos a marchar junto a nosotras, para exigir el cumplimiento de la Ley contra la Trata, para denunciar la hipocresía estatal y eclesiástica que condena a las víctimas y protege a proxenetas y prostituyentes, para luchar por la libertad y la dignidad de las mujeres y la de todos. 

¡Partidas presupuestarias que efectivicen las políticas públicas previstas en la Ley de Trata!

¡Políticas públicas para las mujeres en situación de vulnerabilidad social vinculadas a la prostitución!

¡Solidaridad entre mujeres para enfrentar el sistema prostituyente!

¡Que ninguna mujer, ninguna travesti sea prostituida; que ningún varón sea prostituyente!


Abolicionistas Autoconvocadas, AMADH (Asoc. de Mujeres Argentina por los Derechos Humanos), ANA (Asociación Nacional Abolicionista), Campaña Abolicionista Nacional “Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución” (ATEM 25 de Noviembre, Asociación para los Derechos de la Infancia, Espacio Alternativo Arte Itinerante, Mujeres Libres-Raquel Disenfeld, Nuestras Manos, Seminario de DDHH con perspectiva de Género. FFyLL-UBA, Taller Permanente de la Mujer), Círculo de Amigas Feministas, Fundación Alika Kinan, FRIA, Madres Víctimas de Trata