Sobre la actividad del 3 de junio: Buscando juntas la libertad

Desde el 2015, el 3 de junio es un día en el que las mujeres nos encontramos en las calles para buscar una vida más libre, más digna. Este último, desde el CAF propusimos realizar una actividad virtual que comenzó con una entrevista a una de nuestras fundadoras, Ana Gilly. Este difícil contexto de pandemia y de cuarentena obligatoria no detuvo nuestras ganas de escucharnos, de sentirnos más cerca (y de imaginarnos el volver a encontrarnos, mirarnos y escucharnos sin distorsiones tecnológicas). Invitamos a nuestras amigas, madres y abuelas y, a pesar de la distancia, sentimos la fuerza de las 70 mujeres que sumamos.

Ana nos propuso ampliar nuestra mirada reconociéndonos en la búsqueda de una vida mejor que llevan adelante millones de mujeres alrededor del planeta. Pensamos en las mujeres del mundo árabe, en las kurdas que lucharon contra el ISIS, en las mujeres de la India, Estados Unidos y Europa. Aquello que comenzó en Argentina en 2015 fue en un mundo en el que las mujeres están emergiendo y alzando sus voces. ¿Cuál es la raíz común de todas estas expresiones? La búsqueda de libertad.

Ahora, ¿qué libertad buscamos? ¿Cómo nos imaginamos viviendo libres? Pocas veces nos detenemos a hacernos estas preguntas. Creemos que el desafío empieza por elegir pensar la libertad como un valor: para sentirnos libres de ser mejores personas, libres de crear mejores relaciones basadas en el conocimiento y en el amor. Buscamos una libertad expansiva, solidaria, que cuide a la de las demás y la amplíe. La libertad de otra mujer puede ser un bien para nosotras y viceversa: mi libertad crece si la tuya lo hace, en contraposición a la idea de que “mi libertad termina donde arranca la tuya”. Imaginémonos buscando una libertad de este tipo juntas; cuán benéfico puede ser explicitar y cualificar este sentimiento, por ejemplo, mejorando nuestros vínculos con las mujeres con las cuales nos unamos. Podemos desafiarnos a nosotras mismas y radicalizar nuestras conciencias, valorando la propia y la de las demás, profundizando un sentimiento de amor por las mujeres y por la humanidad.

Mientras buscamos y vamos descubriendo una alternativa benéfica, batallamos contra las ideas de libertad más dañinas que nos ofrecen los Estados y otras instituciones patriarcales. En esto, notamos cuán importante es el carácter independiente de nuestro feminismo, empezando por la independencia del pensamiento.

Apelamos al protagonismo de las mujeres, queremos ayudarnos entre nosotras para que cada una encuentre lo mejor de sí misma. Nos entusiasma seguir haciéndolo en ámbitos estables –como son los colectivos del CAF– donde sedimentar aquello que comenzamos a intuir, sintiéndonos cómodas y seguras, como nos sentimos en la actividad. Elegir empezar a conocernos a través de esta propuesta nos está haciendo sentir bien, y comenzamos de a poco y convencidas, a imaginarnos compartiendo nuestras vidas juntas.

Giuliana Larroca y Julia Haberfeld