Este 3 de junio:

¡Todas a la plaza del congreso!  

Nos encontramos a las 17 hs
en Rodríguez Peña y Rivadavia

¡Basta de violencia contra las mujeres!
Para defender la vida
hay que cambiarla


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El 3 de Junio pasado miles de mujeres en todo el país se unieron en las calles para decir “¡Basta de violencia contra las mujeres! ¡Ni una menos!”. Nos sensibilizamos frente a la violencia machista, tuvimos la intuición de que la vida de las mujeres debía ser defendida. Sin embargo hoy, un año después, tenemos mucho todavía por reflexionar y obrar juntas. En Argentina continúa muriendo una mujer cada 30 horas, las redes de trata gozan de la complicidad de todos los gobiernos –populistas o conservadores–, las mujeres mueren por aborto clandestino y los jueces, mientras encarcelan a Belén en Tucumán por interrumpir su embarazo, dejan en libertad al asesino Barreda. La sensibilidad frente a la violencia patriarcal que comenzó tiempo atrás es importante, pero es necesario comenzar a comprenderla mejor.
¿A qué nos enfrentamos?
En todo el mundo, las mujeres somos las primeras en cuidar la vida. Lo hacemos –aunque no siempre de la mejor manera– incluso en condiciones de existencia muy difíciles, como las refugiadas de Siria e Irak que desafían las fronteras en Europa buscando una vida mejor, o como las kurdas que luchan contra la bestia patriarcal y neonazi ISIS en Medio Oriente. Este poderoso tejido femenino cotidiano representa un bien y una garantía no solo para las mujeres, sino para toda la humanidad. Pero también representa una amenaza al poder patriarcal, porque pone en riesgo su autoridad opresiva y milenaria basada en constreñir nuestras capacidades y nuestra libertad de elegir quiénes queremos ser y cómo queremos vivir. A pesar de todo, esta exigencia de libertad femenina es incontenible y vuelve a emerger una y otra vez. No es casual que la mayoría de las mujeres que fueron asesinadas lo fueron por haberse rebelado al deseo masculino de controlar sus elecciones. Sería útil –y urgente– que comencemos a llamar a las cosas por su nombre: la violencia patriarcal existe. No es una “violencia más” entre otras, tampoco es la “violencia de un género sobre otro” indistintamente. Es la violencia sistemática de los hombres hacia las mujeres por el solo hecho de serlo y no tiene fronteras de clase, etnia, religión, cultura o generación.   

Protagonismo y solidaridad entre mujeres

En general, los violentos son parte de nuestro círculo más cercano: maridos, ex novios, familiares, vecinos. Es que las relaciones o colectivos, tal cual son, están fundados sobre el sometimiento a las mujeres y la falta de respeto a nuestras elecciones es la norma. Son relaciones en las cuales nos sentimos solas, aisladas frente a los maltratos, y muchas veces nos sentimos obligadas a tolerarlos. ¿Es posible, entonces, defendernos conservando la vida tal cual es? ¿No sería mejor –más útil y creíble– construir desde ahora nuevas relaciones que nos den satisfacción y confianza? Entre mujeres en primer lugar, y también con el otro género. La vida puede cambiar, desde ahora, si elegimos ser solidarias enfrentando la cultura de la competencia y las divisiones que priman entre nosotras. Si nos unimos para exigir respeto a nuestras elecciones, si elegimos valores como la independencia y la autodeterminación, si comprendemos que nuestra dignidad es también la dignidad de todas las mujeres. Así, cada mujer podrá encontrar en otras la posibilidad de afirmar su libertad y su dignidad y no se sentirá más sola o aislada. Pero todo esto depende de nosotras, no depende de los Estados, ni de las Iglesias ni de los partidos, todos ellos pilares de la violencia de género y campeones en fomentar la desunión entre mujeres. Depende de nosotras, mujeres unidas en solidaridad, para cambiar la vida y desarrollarla benéficamente. Con esa convicción marcharemos el próximo 3 de junio. ¡Te invitamos a ser protagonista junto a nosotras!

¡BASTA DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES! ¡LA VIDA DE CADA MUJER VALE!

¡JUSTICIA POR SUHENE, POR MICAELA Y POR TODAS! ¡LIBERTAD INMEDIATA PARA BELÉN!

¡EXIGIMOS RESPETO, AFIRMAMOS NUESTRA DIGNIDAD, QUEREMOS ELEGIR NUESTRA VIDA SIN MIEDO Y EN LIBERTAD!

A LA VIOLENCIA SOLAS LA SUFRIMOS ¡UNIDAS LA ENFRENTAMOS!


DEPENDE DE NOSOTRAS ¡SEAMOS PROTAGONISTAS!


Círculo de 
Amigas Feministas





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