¡Solidaridad con Mercedes y las mujeres 
que denunciaron valientemente a Matías Caccavo!
En la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) comenzamos el año con una noticia aberrante. Una estudiante llamada Mercedes denunció que sufrió abuso sexual por parte de Matías Caccavo, quien en ese momento era su compañero de militancia en la agrupación Megafón y estudiante de la facultad. Este suceso provocó que Mercedes abandonara la cursada, mientras que el agresor continuó recorriendo aulas y pasillos impunemente, a pesar de que ella contó lo ocurrido a su entorno militante. La agrupación no solo puso en duda el testimonio de Mercedes, sino que también defendió al agresor. Aunque aun le cuesta recuperarse, Mercedes quiere retomar sus estudios sin tener miedo a caminar por la facultad. Su valiente testimonio motivó que otras estudiantes se animaran a denunciar más abusos por parte de Caccavo.
Queremos brindar nuestro apoyo y expresar nuestra solidaridad con Mercedes y todas las mujeres que denunciaron a Matías Caccavo. Queremos que puedan cursar y se sientan seguras al hacerlo. La violencia patriarcal que sufrimos las mujeres por parte de los hombres se presenta en todos los ámbitos de nuestra vida; podemos sufrirla de parte de extraños en una calle oscura cerca de la facultad, como vienen denunciando muchas compañeras de la sede Constitución, y también en los ámbitos académicos de parte de otros estudiantes, compañeros de militancia, profesores y/o no docentes –como demuestran las denuncias de estudiantes del colegio Pellegrini, que se organizaron y tomaron el colegio por una semana, y de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA)–. Ante esto, ¿podemos delegar nuestro cuidado a las autoridades de la Facultad a las que se les viene reclamando que actúen institucionalmente? ¿No sería mejor empezar a estar atentas a lo que ocurre con las mujeres de nuestro alrededor, tanto dentro como fuera de la facultad? ¿Podemos empezar a construir colectivos de solidaridad y ayuda entre mujeres para cuidarnos juntas y que ninguna de nosotras se sienta sola? Imaginemos cuánto cambiaría nuestra vida si el respeto, la libertad y la dignidad de las mujeres fuesen valores innegociables en nuestras relaciones y ámbitos sociales. Si empezamos a sentirnos más unidas, pensando a cada mujer como una aliada solidaria, los violentos encontrarán menos posibilidades y estaremos en mejores condiciones, también, para exigir juntas que se tomen las medidas legales necesarias en estos casos. Pero enfrentar la violencia patriarcal depende fundamentalmente de nosotras, de nuestra reacción, de nuestra elección y de nuestro protagonismo; sin delegación y sin tutelas institucionales.

¡A la violencia solas la sufrimos, unidas podemos enfrentarla!
¡Dignidad, libertad y respeto, dependen de nosotras!
¡Para defender la vida, hay que transformarla!

Este 3 de Junio ¡unite a nosotras!
Rodríguez Peña y Rivadavia, 17 hs
Círculo de Amigas Feministas

circulodeamigasfeministas@gmail.com / circulodeamigasfeministas.blogspot.com / Fb: Manifiesto La vida de cada mujer vale