“¿Cómo te atrevés a deshumanizarnos?”

Con la pandemia del Covid-19, la publicación científica The Lancet pasó a ser conocida más allá de las fronteras académicas. En septiembre, la revista volvió al centro de la escena por otros motivos. Una reseña rescataba una exposición en el Museo de la Vagina de Londres que explora el “histórico descuido de la fisiología y anatomía de los cuerpos con vaginas”. Que además la cita apareciera en tapa encendió la indignación. La doctora británica Madeleine Ní Dhálaigh contestó: “Nombrar a las mujeres como ‘cuerpos con vaginas’ es un nuevo mínimo. ¿Cómo te atrevés a deshumanizarnos con una declaración como esta?” La científica dio en el blanco. ¿Quitar la palabra “mujeres” no es una maniobra alevosa para borrarlas? El estudio de la biología de quienes dan la vida, la promueven y luchan (en líneas generales) todos los días por conservarla y mejorarla, ¿no debería empezar por reconocer la dignidad de llamarlas por su nombre? Y si las mujeres llevan adelante la difícil y muchas veces solitaria tarea de cuidar y proyectar la vida, ¿no depende la humanidad de sus esfuerzos cotidianos? La oleada de justas críticas llevó al editor a ofrecer disculpas y a pensar seriamente en los engaños arteros del patriarcado. Ser inclusivos y más humanos es una obra urgente que empieza por no negar a las mujeres. Saludamos la reacción de una parte del mundo científico contra las mentiras deshumanizantes del negacionismo de género.

Griselda M. López

Publicado en Comuna Socialista 64, octubre 2021